El cáncer colorrectal (CCR) se localiza en el intestino grueso (colon y recto) y constituye uno de los mayores problemas de salud en los países desarrollados; sólo en España se diagnostican anualmente unos 20.000 casos de CCR. En los últimos años se ha avanzado en el conocimiento de los factores genéticos y ambientales que determinan el desarrollo y la progresión de este tumor. Su forma de aparición suele ser esporádica la mayoría de las ocasiones (70%) pero también existen las formas hereditarias (5-10%) o familiares (20%).
El impacto del CCR en la mortalidad es elevado ya que es el segundo tumor que más muertes ocasiona tanto en el hombre como en la mujer. Y esta tendencia va en aumento, lo que hace que se busquen y apliquen estrategias en la población que permitan disminuir el número de muertes por este cáncer. Estas medidas se basan en la implantación de programas de prevención y detección precoz de CCR en población de riesgo medio para este tumor en quienes se aplican pruebas denominadas de cribado o screening.
¿QUÉ TIPOS DE PREVENCIÓN EXISTEN?
Existe la prevención primaria, que es la aplicada a controlar los factores de riesgo en los hábitos de vida y en la alimentación que influyen negativamente en la aparición y posterior desarrollo del CCR. Podemos evitar los factores de riesgo adoptando un estilo de vida saludable aunque persisten controversias en esta materia a pesar de los numerosos estudios realizados debido a la gran diversidad de la alimentación. No obstante, se consideran los siguientes hábitos saludables para prevenir CCR:
- Ingesta adecuada de verduras, frutas y legumbres
- Tomar una cantidad de fibra de al menos 25 gramos diarios
- Disminuir el consumo de grasas animales, carnes rojas y procesadas
- Evitar el sobrepeso y la obesidad y hacer ejercicio físico
- Suprimir la ingesta de alcohol (hay más relación con el nivel de consumo de alcohol que con el tipo de bebida)
- No fumar
La prevención secundaria es la que se aplica en personas sanas antes de la aparición de los síntomas (fase preclínica) y pretende detectar la enfermedad en su fase temprana donde la aplicación de un tratamiento precoz es más efectiva y puede lograr interrumpir el progreso de la enfermedad. El prototipo de este tipo de prevención son las actividades de cribado o de detección precoz cuya eficacia reside en lograr disminuir la mortalidad del CCR.
¿CUÁLES SON LAS PRUEBAS DE CRIBADO?
El objetivo de las pruebas de cribado o screening en el CCR es detectar la presencia de pólipos en colon y/o recto subsidiarios de tratamiento no quirúrgico o diagnosticar el CCR en fases muy iniciales cuando es más fácil de curar.
Los pólipos son masas de tejido que protruyen hacia la luz intestinal y en el caso de ser pólipos adenomatosos pueden ser precursores del CCR, por lo que podemos prevenir la aparición de este cáncer si son extirpados cuando aún no se han hecho malignos.
El cribado se realiza hoy en día mediante dos pruebas: la detección de sangre oculta (no visible) en heces y la exploración endocópica del colon mediante la colonoscopia, que permite la toma de biopsias y la extirpación de pólipos.
Los programas de cribado del CCR implantados en España se aplican a personas con una edad comprendida entre 50 y 70 años, con un intervalo de cribado no superior a 2 años y un intervalo de colonoscopias inferior a 10 años. La colonoscopia se indica en el caso de que el resultado del test de sangre oculta en heces sea positivo.
¿EN QUÉ PERSONAS EXISTE MÁS RIESGO DE DESARROLLAR CÁNCER COLORRECTAL?
- Las personas mayores de 50 años, tanto hombres como mujeres.
- Los familiares de primer grado (padres, hermanos, hijos) de pacientes con pólipos o con CCR. El riesgo es mayor cuanto más joven es la persona que sufre el CCR y cuantos más familiares haya.
- Las personas que ya han padecido antes pólipos adenomatosos o CCR.
- Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn).
- Las personas con enfermedades hereditarias, como la poliposis adenomatosa familiar (PAF) en la que hay más de 100 pólipos en el colon, o el CCR hereditario sin poliposis.
- Las personas que han sufrido un cáncer de mama, de ovario o de endometrio (útero).
¿CUÁNDO SE ACONSEJA HACER LAS PRUEBAS DE CRIBADO Y CON QUÉ FRECUENCIA?
El cribado se hace en individuos sin síntomas aplicando el test de sangre oculta en heces y/o colonoscopia en las siguientes circunstancias:
- En personas sin antecedentes personales ni familiares de CCR o pólipos, el cribado debe empezar a los 50 años, y éste consistirá en sangre oculta en heces anual, o sigmoidoscopia (exploración endoscópica de recto y sigma) cada 5 años, o colonoscopia total (exploración de todo el colon) cada 10 años.
- En personas menores de 50 años con antecedentes familiares de pólipos o de CCR, se hará el cribado de la siguiente manera:
- Si se trata de una familia con poliposis o CCR hereditario, o de un paciente con colitis ulcerosa o con enfermedad de Crohn, deben seguir unos protocolos especiales de cribado.
- Si la persona tiene dos o más familiares con pólipos o CCR, o bien uno solo, pero que lo tuvo antes de los 60 años, el cribado se iniciará con colonoscopia a los 40 años o desde una edad 10 años menor que la del familiar con CCR cuando se le detectó.
Es fundamental concienciar a la población, a los profesionales médicos y a las autoridades sanitarias de la importancia de la prevención del CCR, como único recurso para intentar disminuir el números de muertes por este tumor que cada día es más frecuente.